LECTURAS PARA ALUMNOS DE 3° GRADO

¡QUÉ SUSTO!
FAP

Tres hermanos iban cada sábado a explorar el bosque Filipondrias. Uno de esos días vieron una casa abandonada.

La casa era vieja. Los vidrios de las ventanas y las puertas estaban rotos y hacían ruidos extraños. Alrededor, cerca de las paredes, había muchas estatuas. Eso les llamó mucho la atención y decidieron investigar.

Abrieron la puerta y no pudieron creer lo que vieron. En cada esquina de la casa había estatuas de todos los tamaños y con diferentes diseños. Para poder recorrerla, se separaron.

Tomi revisó el baño, Estefi, el living y Fran subió al primer piso. Allí encontró un cuarto. Abrió la puerta y vio muchísimas estatuas, todas de gatos. Una le llamó especialmente la atención porque se parecía a uno de verdad. De tan verdadero que parecía, le quiso hacer un mimo. Al acercarse se escuchó un maullido fuerte y largo en toda la casa. Entonces Fran salió corriendo hacia donde estaban sus amigos, que también estaban asustados, y les contó lo que había pasado.

Subieron los tres al cuarto, revisaron todos los rincones y lo único que encontraron fue a un pequeño gatito tan blanco como las estatuas pero con su cola muy roja. Los chicos se rieron pensando que, en realidad, Fran le había pisado la cola al gato. Divertidos por tan emocionante aventura, volvieron a sus casas.


DE LA ARGENTINA A MALASIA EN UN SANTIAMÉN
TBB

En las afueras de Buenos Aires, cerca de un río, había un basural en el que los camiones dejaban su carga todos los días.

Una vez llegó un camión que dejó basura y desechos tóxicos. Esa noche llovió tanto que todos los residuos fueron tragados por la tierra y en lugar del basural, apareció un gran parque de suelo blando. Tan blando era que un señor que iba caminando por un sendero, se hundió y apareció en Malasia, un país de Asia.

El señor se llamaba Marcos y cuando vio que estaba en una ciudad de edificios altísimos y gente de otra raza que hablaba en un idioma diferente, se asustó mucho.

Buscó desesperado una oficina de información para que le dijeran dónde estaba la embajada argentina. Cuando llegó, le pidió al portero hablar con el embajador. Marcos le contó lo que había pasado y el funcionario le dijo que al día siguiente salía un avión para la Argentina y que podría regresar en él.

Después de aterrizar en Ezeiza, fue a ver a su familia que lo había estado buscando por todas partes. Al verlo, lo abrazaron y le hicieron preguntas. Él respondió contando todos los detalles. Asombrados por lo sucedido y horrorizados por lo que podría pasarle a más gente y a nuestro suelo si lo seguíamos contaminando, fueron a la casa de gobierno y protestaron. El presidente los escuchó pero no les prestó atención. Por eso, se le ocurrió poner una agencia de turismo y vender pasajes para llegar a la Malasia en un santiamén.


TRANSFORMACIÓN INESPERADA
JC

En el Mar Argentino, en las playas de Cariló, lejos de la orilla, vivía un tiburón blanco, fuerte y con dientes muy filosos. Perseguía siempre al mismo pez, verde y debilucho, sin poder atraparlo. Era un desafío para él porque era muy escurridizo y picarón.

Un día, el tiburón muy astuto le tendió una trampa al pez. Mandó a un calamar con un mensaje que decía que lo esperara para hacer las paces, en un barco que estaba hundido debajo del muelle. El pez fue donde le dijo el calamar porque ya estaba cansado de que lo persiguiera y cuando entró, el tiburón lo arrinconó. El pequeño le dijo: "¡Ojalá te conviertas en alga!". El tiburón, que no creía en esas cosas, se rió porque creyó que eso no iba a funcionar.

De repente, el barco comenzó a moverse muy fuerte, se escucharon truenos y empezó a ponerse verde. De la aleta de la cola comenzaron a crecerle raíces que se hundieron en la arena, dejó de sentir que tenía huesos y que se movía con el agua. ¡Se estaba transformando en un alga!

El pez quería comerse al tiburón alga y este le suplicó que no lo comiera. Entonces hicieron un trato: el pez no lo iba a comer y, a cambio, él tampoco comería al pequeño ni a su familia y amigos.

Enseguida, el tiburón volvió a ser blanco, con aletas, huesos y dientes filosos. El pobre buscó otros peces para alimentarse y se los comió. Lamentablemente eran los amigos del pez con el que había hecho el trato…

LOS OSITOS TRAVIESOS
FdA

El oso hormiguero era papá de dos ositos. Los ositos eran gordos porque estaban todo el día comiendo y durmiendo.

Una noche mientras todos descansaban, los ositos despertaron y empezaron a jugar. Uno se escondió, el otro lo encontró y cuando se dieron cuenta ya estaban en el medio del bosque.
- ¿Dónde están mis hijos? Voy a llamar a la policía. ¡Alcalde! No encuentro a mis hijos.

Antes de que llegue la policía, el papá escuchó ruidos en el bosque y salió a ver si los encontraba. A lo lejos los vio jugar.

El papá los abrazó contento.

LA DECEPCIÓN
GdE

Mucho tiempo atrás, en un monte verde con árboles y mucha vegetación vivía, un tortugo de agua y de tierra. Era muy simpático, tierno y amoroso. Se llamaba Mario y su mejor amigo era Ricardo, un caracol.
Mario vivía en un nido cerca de una laguna y Ricardo en una planta. La planta era la flor margarita. Allí también vivía una araña, la más linda y simpática de todas, de color negro y rojo, con patas muy largas. Mario gustaba de ella pero Ricardo también.
Entonces hicieron una competencia para ver quien salía con la araña. Decidieron que la competencia sería de velocidad. La araña fue a verla para saber quién sería su novio.
Mario y Ricardo hicieron trampa porque la amaban mucho. Ricardo cayó en muchas trampas y Mario, también. Empataron pero la araña ya no los quería más y se fue. Mario la alcanzó primero porque las tortugas son más rápidas que los caracoles. Después de unos minutos, Ricardo también llegó. Los dos trataron de convencerla pero ya era tarde. ¡A ella no le gustaban los tramposos!

¡Se despertó el volcán!
FF

Hace mucho tiempo, en un monte lleno de árboles y plantas, todo era lindo y verde excepto por el volcán despierto que parecía derretir el monte.
Allí, unos coatíes hermanos que estaban aburridos querían hacer algo interesante. De repente, el monte empezó a temblar y todos empezaron a correr. El volcán iba a hacer erupción.
Cuando los coatíes hermanos vieron la lava ardiente, les pareció emocionante. Mientras todos los animales huían, ellos tuvieron una idea para detener la lava. De prisa comenzaron a construir un muro de rocas para proteger el monte y cuando la lava llegó, no pudo derretirlo.
Los animales felicitaron a los hermanos y les entregaron un premio por salvar el monte de los daños del volcán.

¡PECES VOLADORES!
SF

En una ciudad de Francia, un camión llevaba tubos de helio hacia una fábrica. El camino era largo y el paisaje, muy lindo. La ruta pasaba muy cerca de un río. De repente, el camión pasó por un pozo, saltó y algunos tubos se cayeron el agua.
Los peces fueron a ver qué era ese ruido y sin darse cuenta empezaron a inhalar el gas. Sus barrigas se inflaron y parecían piñatas. Comenzaron a dar vueltas y a subir cada vez más. Luego de unos segundos, los peces salieron del agua y flotaban por el aire. La gente no podía creer lo que veía. ¡En el cielo había millones de peces globo!
Los autos que pasaban por la ruta, al verlos, chocaban. La gente gritaba y los señalaba. Unos periodistas sorprendidos llegaron al lugar y filmaron todo para pasarlo en el noticiero de la noche.
Ese día ocurrieron tantos accidentes que las sirenas de las ambulancias sonaban por toda la ruta y había embotellamientos. ¡Fue un caos!
Por suerte, el efecto del gas no duró más que unas horas. Todos los peces comenzaron a desinflarse y a dar vueltas por el aire como verdaderos globos. El ruido se escuchó desde Francia hasta China.
Por esas cosas que pasan en los cuentos, los peces volvieron al río.

LA HERENCIA DEL MAGO
FG

Hace mucho tiempo, un mago que estaba por morir, dejó sus poderes en su casa, una hermosa mansión antigua, para protegerla de los demoledores y de la gente extraña que pudiera arruinarla. Si los nuevos habitantes eran buenos y la cuidaban, no les pasaría nada. Si intentaban dañarla, se asustarían tanto que se podrían infartar.
Luego de morir el mago, pasaron muchos años hasta que vendieron la mansión y fueron a vivir en ella: Lucio, María y sus tres hijos Justo, Hernán y Felipe, que eran trillizos. La casa les había gustado muchísimo.
La vida en el nuevo hogar era muy rara, todos los días pasaba algo distinto.
Un día, mientras todos desayunaban en la cocina, las camas se hicieron solas y la ropa se dobló y se guardó mágicamente. Cuando fueron a sus cuartos y vieron lo que había pasado, se asustaron, pero luego se calmaron y se pusieron contentos porque ellos no tendrían que hacer nada.
Otro día, María fue a la cocina y vio que la comida se cocinaba sola, la cuchara daba vueltas en la olla y los platos se ponían en la mesa. Primero sintió miedo y después, alegría. Ya no tendría que preparar la comida ni limpiar lo que sus hijos ensuciaban.
En otra ocasión, el papá fue al sótano y como todo estaba muy oscuro y se resbaló. Casi se mata, pero por arte de magia, una colchoneta lo atajó.
Así, la casa siempre estaba ordenada y limpia. La familia no se lastimaba y aprovechaba el tiempo para estar juntos.
¡Estaban felices con su casa encantada!

RESORTES EN LA GRANJA
THA

Hace un tiempo instalaron una fábrica de cuadernos anillados en las afueras de la ciudad. Los resortes que sobraban se tiraban a un terreno que quedaba cerca de una granja.
Algunas veces los animales salían de sus corrales e iban a ese lugar y, entre otras cosas, comían resortes. Un día comieron más de un resorte cada uno y sucedieron cosas insólitas.
Según el tamaño de los resortes, los saltos que daban los animales de la granja eran más altos o más bajos, más cortos o más largos. Un cerdo que comió un resorte gigantesco saltó tan alto que cayó sobre el techo de la casa, rompió las tejas y apareció sentado en la bañadera. Nació una oveja que en vez de lana tenía resortes. Una gallina puso un huevo saltarín.
Cuando el granjero vio lo que estaba pasando, fue a quejarse a la fábrica y le pidió al encargado que tiraran los desechos en otro lugar porque su granja se estaba pareciendo a un circo.
El encargado se lo contó a los dueños y muy divertidos, quisieron contratar a los animales para poner un circo.
El granjero no estuvo de acuerdo y fue a quejarse al gobierno de la ciudad. Entonces el gobernador ordenó a la fábrica que se trasladara a otro lugar. A partir de ese momento, en la granja, las cosas volvieron a la normalidad.

ESCALERAS ROTAS
MMI

En San Martín de los Andes había una casa abandonada. Tenía tres pisos, tres puertas y ventanas con los vidrios rotos. Las paredes eran oscuras porque las enredaderas trepaban hasta el techo y eran tan pesadas que rompían las tejas.
Un día, tres chicos que iban a esquiar pasaron por allí y sintieron curiosidad. Al atardecer Tomás, Justo y Marcos fueron a explorar la mansión abandonada. Decidieron entrar y al abrir la puerta vieron murciélagos saliendo del sucio y descuidado lugar. Asustados se treparon por las enredaderas y llegaron al tercer piso.
Cuando ya estaba anocheciendo fueron a investigar los cuartos y vieron unas escaleras muy rotas. Bajaron con cuidado al segundo piso. Allí había un baño con todas las paredes llenas de moho y un cuarto desordenado y con la pintura de las paredes descascarada. Justo decidió irse, ya no soportaba más la tensión.
Marcos y Tomás siguieron en la casa. Fueron a investigar el sótano. Allí había ratones que corrían de un lado para otro y murciélagos que aleteaban porque ya estaban despiertos. Salieron corriendo hacía las escaleras y trataron de subirlas. Como la madera de los escalones estaba podrida, al pisar Marcos, uno de ellos se quebró. Marcos cayó.
Tomás bajó rápidamente. Encontró a su amigo llorando y sin poder caminar. Comenzaron a gritar pidiendo ayuda, pero nadie los escuchó. Lentamente subieron los escalones que faltaban y salieron de la casa. Entre las enredaderas encontraron un palo que le sirvió de bastón a Marcos.
Con mucho cuidado, los chicos se alejaron del lugar y nunca más quisieron volver. Marcos no pudo esquiar más, ya que su pierna quedó lesionada.

LA CASA DESENCANTADA
AL

Hace mucho tiempo existía una familia de apellido Husaín. Estaba formada por el papá, la mamá y dos hijos. Ellos se querían mudar porque su hogar era muy chico. Como su vecino se enteró y quería ayudarlos, les enviaba anuncios de casas en venta. Luego de varios avisos clasificados, logró convencerlos de ir a ver una mansión en Bella Vista.
Cuando llegaron, miraron la casa y quisieron hablar con su dueño. Iban a tocar el timbre y la puerta se abrió sola. Les pareció muy raro, pero igual entraron.
El papá investigó la casa y se encontró con muchas telas arañas, con un balcón con una extraña fuente y con dos grandes cuartos. Al padre no le gustó mucho pero decidió comprarla y arreglarla. Necesitaba una casa más grande.
Pocos días después de haberse mudado, empezaron a suceder cosas muy extrañas. El papá quiso ir al baño y al abrir la puerta, apareció en un parque. A partir de entonces, cada día que alguien abría esa puerta, aparecía en un lugar diferente.
El hermano se dio cuenta de que sus sábanas cambiaban de color y la hermana descubrió que la fuente tiraba pintura. Un día la mamá fue a la biblioteca a leer y vio que los libros flotaban en el aire.
La familia se dio cuenta de que la casa estaba encantada y todos decidieron investigar quién había vivido antes en esa casa. Primero pidieron información al vecino. Este simpático señor les contó acerca del dueño anterior. Les comentó que era una persona muy extraña y les dio la dirección donde la podrían encontrar.
La familia fue donde les dijo el vecino y finalmente lo encontraron. Era un anciano, con una larga barba y un aspecto extraño. Le contaba lo que pasaba en la casa y el señor les explicó que el dueño anterior había tirado un polvo mágico para encantarla. Así fue como la familia descubrió que el anciano era un mago.
La mamá le pidió que quitara el hechizo de la casa y él aceptó. Fue a la casa con ellos, tomó la barita y dijo unas frases extrañas. Enseguida las luces comenzaron a encenderse y apagarse.
El mago se fue sin decir una palabra, pero en la casa nunca más sucedió algo raro.

MÁS FÁCIL, POR LA PUERTA
MM

En un castillo de Francia vivía un científico llamado Bucles. Todos los experimentos le salían mal a pesar de su gran inteligencia.
Un día estaba haciendo un experimento con agua, tinta azul lavable, gelatina y un líquido ablandador de piedras. Quería lograr un producto para que cuando alguien se cayera o chocara contra algo, rebotara y no se lastimara.
Cuando terminó la mezcla, la probó. Pasaron unos segundos y comenzó a sentirse mal, le dolía la panza. Su cuerpo parecía más blando, temblaba y estaba muy mareado. De pronto cayó contra la pared pero en vez de rebotar, la atravesó y apareció en otro cuarto.
Muy divertido por su descubrimiento, aunque todavía le dolía la panza, se lo mostró a todo el mundo. Fue un éxito pero cuando todos lo probaron, comenzaron a sentirse mal.
Sí atravesaron las paredes, pero nunca más compraron el producto porque para pasar de un cuarto a otro era más fácil usar las puertas.
Un poco desanimado, Bucles se encerró nuevamente en su laboratorio para hacer nuevos experimentos.

EL TIGRE QUE VOLVIÓ A LA SELVA
HPD

En una selva de un país muy lejano, vivía un tigre de largos y filosos colmillos que se llamaba Colmillón. A diferencia de los demás tigres, era muy manso.
Un día se encontró con otro tigre que hacía un tiempo lo había atacado para comerse una presa que él estaba saboreando. Para que no lo molestara más y como a él no le gustaba pelear, decidió irse a la ciudad.
Para llegar, tardó mucho tiempo. Luego de una larga travesía y de correr muchos kilómetros, llegó a la desconocida ciudad. Allí se encontró con muchas cosas extrañas y nuevas para él. Vio muchas luces, autos y gente que con solo mirarlo, gritaba y corría. Entonces se escondió en un callejón y se tiró a dormir arriba de bolsas de basura.
A la mañana siguiente, al despertar, se encontró con un vagabundo, que en vez de asustarse, le ofreció comida. Cuando se terminó, tuvieron que ir por más. El vagabundo y Colmillón fueron a la calle y el tigre empezó a hacer cosas graciosas para que los que pasaban por allí no le tuvieran miedo.
La gente los vio, empezó a aplaudirlos y a darles dinero. Los amigos se sentían felices, porque tenían plata para vivir y a Colmillón le gustaba que la gente lo aplaudiera.
Un día, mientras estaban en una plaza, un hombre llegó y se quiso llevar el tigre al circo. Los amigos empezaron a correr hasta esconderse.
Cuando cayó la noche, el vagabundo lo ayudó a escapar de la ciudad. El tigre se despidió de su amigo, hizo nuevamente su travesía y así volvió a la selva. Por un lado, el tigre se sentía triste, porque no vería nunca más a su amigo y por el otro contento de estar de vuelta en su hogar.

EL GATOFANTE
EP

Una vez, había una enorme granja. Era linda y silenciosa. Allí vivían muchos animales. Había un gato que era muy malo y siempre perseguía a todos los ratones.
Un día vio un ratón en frente del galpón de la granja y fue a perseguirlo. Lo corrió por todos lados y lo atrapó. Puso al pequeño en una caja y lo llevó al bosque para matarlo. El ratón asustado lo maldijo y lo amenazó con transformarlo en un elefante y levantando las manos dijo: “Misá, musca, te convertirás en un elefante”.
De repente, el sol se apagó, el cielo empezó a tronar y se largó una lluvia que provocó una inundación. Entonces el gato empezó a engordar, a crecer y su pelo comenzó a caer. Una trompa muy larga y gris salió de su pequeño hocico. Sus orejas crecieron cayendo sobre su cara.
Efectivamente, el gato se había transformado en un elefante. Con su nuevo cuerpo empezó a moverse lentamente pero cuando vio al ratón, se lanzó a correr. El ratón lo alcanzó y dio muchas vueltas alrededor de él. El elefante, de tanto correr, se mareó y se cayó al piso, rompiéndolo.
El enorme animal se lastimó la cola y lloró. El ratón sintió pena por él y decidió hacer un trato. Después, le devolvería su forma.
El trato era que él, siendo nuevamente gato, no perseguiría más ratones en su vida. El elefante le prometió que en adelante, sólo comería pescado. El ratón dijo las palabras mágicas y el cielo cambió de color. El elefante comenzó a achicarse. La trompa se transformó en hocico, sus orejas se volvieron más pequeñas y su cuerpo se cubrió de pelos.
El gato se sintió muy agradecido con el ratón y de ahí en más, no comió más ratones.


EL LEÓN QUE QUERÍA ESCAPAR
LFR

Había una vez un león llamado Homero que vivía en la selva de África. Era muy curioso y le gustaba viajar para conocer el mundo. Un día decidió irse de su selva para ver si las otras eran iguales.
Caminó hasta llegar a orillas del mar. Encontró un barco abandonado y se subió, como no se hundió, comenzó su viaje. Durante varios días, navegó por el Océano Atlántico, hasta llegar al Río Paraná. Allí ancló y descendió a la tierra. Caminó hasta llegar a la selva de Misiones y mientras estaba caminando, escuchó un ruido. Sintió miedo. Vio que era un cazador y de repente, quedó atrapado en una red especial. Homero mordía las sogas para romperlas y se movía para escapar, pero la red era muy fuerte.
El cazador lo arrastró hasta un camión y lo llevó al zoológico. Metió al león en una jaula y le dio comida.
A la mañana siguiente cuando Homero se levantó, se encontró con muchas personas mirándolo. Se sintió admirado y comenzó a hacer piruetas para que los chiquitos se sintieran felices.
Pasaron unos días y el león comenzó a extrañar la selva, los ruidos de los pájaros, sus amigos y la libertad. Entonces trató de romper las rejas pero no pudo. Se puso muy triste, no hacía más trucos y no quería comer, se sentía enfermo.
El cuidador sintió lástima y lo llevó a la selva a escondidas. Cuando Homero llegó se puso muy contento. Rugió de felicidad y fue rápido a buscar a sus amigos.

UNA CARRERA POR EL AMIGO
LJS

Hace muchísimos años existieron un puma y un quirquincho. Ellos vivían en un monte con mucha vegetación, hojas de muchos colores y muchos animales. Todos los días decían: “Yo voy a ir a dormir a la casa de mi mejor amigo, el tatú Matías”.
Los dos querían ir a su casa porque tenía muchos juegos. Como ellos deseaban lo mismo y la casa del tatú era chiquita, decidieron hacer una gran competencia. El que ganaba, iría a dormir con el tatú todos los días.
Durante la carrera, el quirquincho empujó al puma, quien se cayó al agua mojándose mucho. Entonces le salió una furia tremenda por todas partes. ¡El puma estaba todo colorado! Enojado, empujó al quirquincho al agua y comenzaron a pelearse. La competencia quedó suspendida por la pelea. Como el tatú quería ayudarlos, les dijo que se turnaran para ir a su casa. El puma y el quirquincho aceptaron la idea. Los dos se amigaron y se fueron contentos de la mano.
A partir de ese día se turnaron para ir a la casa de su amigo, jugaron mucho y se divirtieron.

CAMBIO DE VIDA
JS

Hace mucho tiempo, en la cima de una montaña muy alta, vivía un águila. Ella tenía plumas muy negras, un pico grande y filoso. ¡Y era mala!
Un día una serpiente se arrastraba por esa zona. El águila la vio desde el cielo y planeó hasta llegar cerca de ella. La serpiente se dio cuenta de que la iban a comer y se arrastró rápidamente hacia un montón de rocas. El pájaro se acercó y ella quedó acorralada, sin salida. Cerró los ojos deseando que pasara algo que cambiara las cosas y de repente, el águila se convirtió en serpiente y la serpiente en águila. Ahora, el águila quería comerse a la serpiente pero ésta se arrastró a toda velocidad y pudo escapar.
A la serpiente le gustó ser águila al principio, después no. No podía cazar a sus presas con facilidad y cuando se acercaba a su verdadera familia, ellos se asustaban. Ella quería demostrarles que era la serpiente pero no encontraba la forma. Pensó mucho en cómo volver a ser la de antes hasta que un día se le ocurrió una idea. Alcanzó a la serpiente y le hizo lo mismo que le había hecho ella. La acorraló y entonces, la serpiente cerró los ojos del susto. Sonó un trueno, hubo tormenta y cambiaron de vida.
Así fue como la serpiente volvió a ser serpiente y el águila, un ave rapaz.

UN MAL CHISTE
NSR

En un pueblo llamado Gualeguay, que quedaba en Argentina, había un grupo de ocho chicos que tenían doce años. Siempre pasaban por una casa abandonada después de salir del colegio. Todas las veces que pasaban por ahí, escuchaban ventanas que se abrían y se cerraban continuamente.
Un día se reunieron para inspeccionar la casa. Los chicos prepararon linternas, cascos, chaquetas, sogas y un botiquín. Al entrar, se encontraron con fotos viejas y telas de araña por todos lados. Cuando fueron al piso de arriba, aparecieron arañas que rápidamente subieron por sus piernas. Los chicos asustados, empezaron a correr hacía la puerta.
Al salir de la casa, se encontraron con que faltaba uno de ellos. Los chicos estaban muy preocupados y a pesar del miedo que tenían, decidieron entrar a la casa nuevamente para buscarlo.
Uno de ellos tuvo una idea: separarse en dos grupos. Unos revisarían el piso de abajo y los demás el piso de arriba. Los chicos buscaron por debajo de las camas, detrás de las puertas, ¡hasta dentro de la bañadera! Pero solo se encontraron con telas de araña y con cuadros viejos.
Los amigos salieron de la casa tristes y preocupados por su amigo desaparecido. Entonces decidieron hacer una última búsqueda. Creían que faltaban algunos lugares por revisar.
Uno de los chicos escuchó un grito dentro de un cuarto y fue a ver qué sucedía. Buscó por todos lados, abrió el ropero y algo saltó encima de él. ¡Qué susto! Cuando pudo reponerse, vio que era su amigo que se estaba riendo muy divertido.
Los chicos no estaban contentos, se habían preocupado mucho y el chiste no les había gustado.
Al día siguiente, olvidaron la mala broma. Estaban tranquilos porque estaban todos y decidieron hacer un pic-nic. Pero esta vez lo hicieron lejos de la casa abandonada.

REGRESO A CASA
MT

Los monos se escaparon del zoológico de la ciudad y llegaron a un bosque. Algunos tuvieron miedo de vivir en libertad y después de discutir con los que se querían quedar, fueron a la ruta para pedir transporte.
Caminaron mucho hasta llegar a la ruta. Pasaron autos, camiones y nada… Todavía seguían allí cuando luego de un buen rato un camionero frenó al verlos porque nunca había visto un grupo de monos. Los agarró uno por uno para llevárselos a su casa. Los monos chillaban de alegría pensando que se iban al zoológico.
Al final del viaje creyeron que habían llegado pero pronto dejaron de sonreír y se pusieron tristes. El hombre los encerró en una jaula y les dio de comer. Ellos se querían ir. Aquellas jaulas eran tan chiquitas que solo entraba un mono. No podían saltar, treparse en los barrotes ni jugar con los otros monos. No había escapatoria.
Empezaron a quejarse y de tanto sacudir las jaulas se cayeron. Las jaulas se rompieron y los monos salieron corriendo. No querían detenerse. Después de un rato se sentían muy cansados pero ya estaban lejos. Descansaron un rato y siguieron caminando por una ruta. De tanto caminar llegaron donde querían, abrieron la jaula y se quedaron allí, en su casa, el zoológico.

Monos de fiesta
RNT

Los monos escaparon de su jaula y luego de viajar un largo trecho llegaron a un bosque. Como siempre habían vivido en el zoológico debieron enfrentar el hecho de tener que arreglárselas sin ayuda en un mundo que sólo uno de ellos conocía. No todos aceptaron el desafío.
Se enfrentaron dos grupos: uno liderado por Babú y otro por un mono más joven y de mayor tamaño que él. El primer grupo optó por la vida en libertad y el segundo por la seguridad de la jaula.
Los que quisieron regresar al zoológico se fueron a la ruta. Tardaron mucho tiempo en conseguir transporte y lo consiguieron de la siguiente forma: se escondieron atrás de un árbol, luego dejaron pasar a un camión, lo corrieron y después se treparon a la parte de atrás del vehículo. Tardaron unas horas en llegar a un destino, que lamentablemente no era el suyo. Cuando el conductor paró lo hizo en un garaje porque tenía que descargar el equipo de sonido par una fiesta. ¡Qué era de políticos!
Cuando los monos bajaron, quedaron sorprendidos. Los vieron a Néstor y Cristina Kirschner, a Scioli, a Macri, a Michetti, a Tellerman y a Olivera. Los monos entraron a la fiesta, empezaron a bailar, a comer y a hacer cualquier tipo de cosas divertidas. A todos les dio mucho miedo y risa. Miedo porque algunos monos son peligrosos y risa, porque es gracioso que un mono entre a una fiesta. Con el paso de los minutos se dieron cuenta de que no eran peligrosos, así que esperaron a que terminara la fiesta y los llevaron al zoológico.

SE VIENE LA INMENSA BOLA MARRÓN
EB

Babú, Pulguita y los demás monos que se quedaron en el bosque escuchaban que venían los perros salvajes. Entonces todos buscaron uno de esos árboles con piñas para atacar a los perros tirándoselas. No veían ningún pino y los ladridos se escuchaban cada vez más cerca. Por suerte Pulguita encontró uno y rápidamente se treparon todos. Los monos estaban tan asustados que no se dieron cuenta de que el árbol no era tan fuerte como para resistir el peso de todos ellos.
Cuando los perros salvajes llegaron al pie de ese árbol, intentaron trepar y los monos los empezaron a atacar embocándoles piñas. Los perros estaban furiosos. De tanto mover el árbol, la rama en la que estaba Pulguita se quebró y el monito cayó al suelo. Los perros fueron derecho a comérselo.
Los otros monos tuvieron que hacer algo urgente para salvarse porque el ataque con piñas ya no servía. Babú gritó: "¡Abajo! Y todos los monos saltaron gritando "¡Aaaa!" mientras pensaban en el dolor que sentirían al chocar contra el suelo.
Los perros, al ver que se les venía la inmensa bola marrón, huyeron. Afortunadamente a Pulguita no le pasó nada. Solo algunos monos tuvieron chichones pero todos estaban felices.


LOS COLORES DE LAURA
DBM

Laura tiene ocho años y un enorme don para pintar. A la noche, cuando ella duerme, sueña con colores, los combina y juega con ellos hasta que se los imagina de una manera que le parece perfecta. Entonces se quiere despertar para pintar esa imagen en una tela y así tenerla para siempre.
Lamentablemente sus padres no la comprenden y cuando la descubren pintando de noche, la retan. No es que sean malos pero quieren que ella descanse para poder cumplir con sus obligaciones: ir a la escuela, hacer la tarea, ordenar su habitación y todo lo que tiene que hacer. Si Laura pudiera, elegiría pintar todas las horas del día.
Una noche se despertó para pintar la imagen de colores más bella que había soñado en su vida. Su padre la vio y le ordenó que se durmiera. Laura estaba muy triste porque tenía miedo de olvidar esa imagen y al día siguiente no poder pintarla.
Estando en la cama no podía dormirse de la tristeza, cuando se le apareció un bellísima mujer que le quitó la angustia prometiéndole proteger todas sus imágenes y asegurándole que serían inagotables.
Al despertar, Laura estaba feliz. Al regresar de la escuela fue ansiosa a su cuarto para pintar la bellísima imagen de su sueño, pero en el momento de preparar los colores se dio cuenta de que no la recordaba. Una profunda tristeza le hizo pensar que la bella protectora de su arte no era real.
Más tarde, el padre al verla triste la llevó al museo de Bellas Artes. Fue allí, en el salón de estatuas griegas, que vio a la hermosa mujer del sueño. A los pies de la estatua decía: "Artemisa, protectora de las artes". Ahora sí, Laura está segura de que su imaginación será inagotable y su arte la haría feliz.

LA ANACONDA ASESINA
MC

Dos hermanos, llamados Lucas y Rodrigo, soñaban con ser exploradores.
Unas vacaciones fueron a Misiones con su mamá y aprovecharon esa gran oportunidad para explorar la selva misionera. Estaban muy entusiasmados pero su madre no quería que fueran allí porque había anacondas asesinas.
Un día en que su mamá había ido a visitar a una amiga, los chicos partieron hacia la selva. Cuando llegaron, estaban felices. Nada les daba miedo aunque los insectos les dejaban unas enormes ronchas coloradas y miles de culebras caminaban por alrededor.
Fascinados iban mirando todo el bicherío que los rodeaba cuando les llamó la atención un árbol de tronco verde. Se acercaron para tocarlo. Nunca habían visto un tronco que se moviera y de color tan brillante. Miraron hacia arriba para ver su copa. ¡Era altísimo! Pero Lucas pudo distinguir donde terminaba y descubrió que el final del “tronco” no había exactamente una copa sino una gran cabeza de la que salía una asquerosa lengua roja. Los chicos se miraron y sin poder decirse una palabra supieron que querían hacer lo mismo: salir corriendo. Por suerte huyeron en la misma dirección.
Ya alejados de la selva y cansados de correr, pasaron por la casa de un amigo. Conmovidos le contaron lo que les había pasado. Este amigo muy conocedor de la selva le dijo que habían tocado a la mismísima anaconda asesina.
Antes de que anochezca regresaron a su casa. Cuando llegaron vieron que la mamá estaba ahí y quisieron entrar sin hacer ruido pero la puerta maulló como un gato. Entonces apareció la mamá muy enojada. ¡Esas no eran horas de llegar! Una y otra vez les preguntaba dónde habían estado pero ellos no respondían.
Más tarde en el noticiero la mamá vio que dos chicos habían descubierto a la anaconda asesina escondida entre los árboles. Enseguida llamó a los chicos para que lo vieran. Mientras, los chicos decían: "¡Qué genios esos chicos!" "¡Qué valientes!", la mamá empezó a notar que sus hijos tenían la ropa llena de barro y ronchas en la piel. No quiso pensar más en lo que se estaba imaginando.

UN AMOR DE YACARÉ
CC

El yacaré estaba enamorado de la iguana pero ella no. Todas las mañanas él iba a su cueva y le dejaba una carta para conquistarla. Siempre escribía: "Yo te quiero mucho iguanita de mi corazón". La iguanita, en cambio, tiraba las cartas al río porque no le importaban.
Un día mientras ella tomaba sol, apareció el malvado zorro. La iguana no quería soltar su cola porque era muy coqueta pero si no lo hacía el zorro podía comérsela toda entera. Por eso decidió soltar su querida cola para entretener al zorro y mientras tanto escapar. Por suerte apareció el yacaré y en cuanto abrió su enorme bocota, el zorro huyó asustado.
La iguana le agradeció mucho su ayuda y el yacaré le dijo que de ninguna manera iba a permitir que ella se quedara sin cola. La iguana pensó que él era muy valiente y amable. Desde entonces empezó a pasar más tiempo con él hasta que… ¡se enamoró!

EL INMENSO BEBÉ
MJ

Lucas y Rodrigo eran dos primos muy aventureros. Una tarde se enteraron por el noticiero de que una anaconda se había comido a tres guarda parques en la selva misionera. Entonces, decidieron arriesgarse, ir a explorar esa selva y sacarle fotos a la anaconda.
Cuando llegaron, vieron a muchos animales: aves, viboritas, yacarés hasta que encontraron a la impresionante víbora asesina y salieron corriendo. El animal inmenso tenía unos pequeños ojos rojos y una gran boca de la que salía una horrible lengua.
Ellos corrían lo más rápido posible pero la anaconda los alcanzó porque era muy larga. Creyendo que iban a morir, se abrazaron y la anaconda se enroscó alrededor de su cuerpo. Apretujados por la serpiente, pensaron que había llegado el fin, pero entonces notaron que la gran víbora no hacía fuerza. Sólo los acariciaba con su larguísimo y patinoso cuerpo.
La víbora les hizo mimos frotando sus cachetes en las caritas de los chicos. Como era tan cariñosa pensaron que sería una anaconda bebé. Así le perdieron el miedo y le hicieron cosquillas, logrando desenroscarse. Luego, la anaconda se fue tranquilamente y ellos regresaron a su casa para contar esa gran aventura.

BABÚ Y SUS HISTORIAS
SLdC

Babú y los otros monos estaban ahí en el bosque. De repente vino un perro con toda su pandilla. Los perros se querían trepar a los árboles pero no podían. Intentaron hasta que se hartaron y entonces se fueron a tomar agua y a refrescarse un poquito para después volver a escalar. Al final lo lograron.
Uno a uno los perros empezaron a trepar por las ramas. Los monos estaban terriblemente asustados. No les quedaba otra opción que subir más y más alto pero los perros los seguían. Entonces los monos se fueron a otro árbol. Y empezaron a bajar. ¡Los perros también bajaron!. Los monos corrieron hasta el arroyo y empezaron a tirarles agua a los perros para defenderse, pero no se animaban a meterse porque no sabían nadar. Lo grave era que los perros ya estaban muy cerca y no les quedó otra opción que zambullirse.
Durante los segundos que estuvieron en el agua, los monos sintieron un terrible miedo porque ninguno de ellos sabía nadar y pensaron que seguramente se ahogarían. Pero al caer al agua descubrieron que no era casi nada profundo y todos hacían pie menos Pulguita. Eso no fue problema porque Babú enseguida lo abrazó y lo sostuvo todo el tiempo. Los monos cruzaron a pie el arroyo y llegaron al bosque del otro lado.
Los salvajes perros nunca se animaron a meterse al agua. Ladraron hasta cansarse y después se fueron. Una vez más le ganaron a los perros. Ahora sabían que estos animales salvajes le tenían miedo al agua y también descubrieron que en esa parte del arroyo todos hacían pie, menos Pulguita, y se podían refrescar cuando tuvieran calor.

UN GRAN DESCUBRIMIENTO
CMV

Babú y los otros monos estaban en el bosque y empezaron a escuchar ruidos. ¡Eran los perros salvajes! Los monos al principio se asustaron pero después se subieron a los árboles porque sabían que los perros no podían treparse. Una vez que todos estaban arriba empezaron a tirarles con piñas como le habían hecho en la última batalla pero ¡qué problemón! ¡En estos árboles no había piñas!
Los monos empezaron a desesperarse. Si no los atacaban enseguida, los perros seguirían intentando subir y tal vez con el tiempo lo lograrían. Entonces pensaron cambiarse de árbol. Miraron a su alrededor y descubrieron que en un árbol próximo había unas pelotas verdes. Todos lograron llegar a él gracias a sus largos brazos y colas. De ahí comenzaron el ataque: arrancaron las pelotas y se las tiraron en las cabezas. Como era bastante duras a los perros les dolían los golpes y se fueron aullando. Una vez despejado el campo de batalla, bajaron del árbol.
Un mono bebé agarró del suelo una de las pelotas que se había partido. La mamá al verlo se asustó mucho por miedo a que fuera venenosa la probó. ¡Qué sorpresa! ¡Era deliciosa!. Dulce como una banana pero más jugosa. La mordió, la masticó y comprobó que le sacaba el hambre. Enseguida se lo mostró a los demás monos. Habían descubierto un exquisito alimento para festejar que habían vencido nuevamente a los perros.

LA GRAN IDEA DEL ZORRO
JMO

Hacía casi un año entero que en el monte no llovía. Los animales estaban desesperados de sed, las plantas a punto de marchitarse y todo estaba seco. Un día el inteligentísimo zorro tuvo una brillante idea: ponerse todos los animales del bosque sobre los hombros, uno encima de otro, hasta llegar a una nube y pincharla para que lloviera. A los animales les pareció genial y todos quisieron colaborar. Sólo tenían un problema: necesitaban algo muy grande y puntiagudo para perforar la nube. Luego de mucho pensar, el yacaré encontró la solución. Utilizarían los tres dientes que se le habían caído para hacer un tenedor gigante. El puma también aportó dos dientes muy filosos.
Un grupo de monos se encargo de hacerlo. Usaron los cinco dientes, ramas gruesas y jugos de distintas plantas que sirvieron de pegamento. Cuando terminaron de fabricar el tenedor, se juntaron todos los animales del bosque para hacer la torre. Desde el caracol hasta el puma. ¡Eran muchísimos!
Los dos yacarés más grandotes sirvieron de base para sostenerla. Arriba de todo quedó el caracol. Juntos hacían fuerza para levantar el tenedor y dar los pinchazos. Al tercero, la nube ¡explotó! Empezó a diluviar. Parecían una catarata desde el cielo. Los animales festejaban, chapoteaban y se salpicaban. El monte estaba embarrado pero feliz.

DON JUAN, UN PELIGRO DURMIENDO
AR

En el pueblo de Realicó, todos los 24 de agosto se realiza una gran fiesta. Cada año le toca a un poblador organizarla: buscar el lugar, la comida y la música.
Esta vez le toco a Doña Flora, una excelente cocinera. Todo sería perfecto porque ella tenía todo bajo control y la comida sería exquisita. Nadie quería perderse el festejo. El único que estaba un poco triste era Don Juan porque a él le tocaría preparar la fiesta el año próximo y no podría ni parecerse a la gran fiesta de este año.
Esta tarde del 24 Juan durmió una profunda siesta y soñó con todo lo que tendría que realizar para el evento. Llegó la noche y el seguía durmiendo. Todo el pueblo estaba festejando. Mientras tanto, Juan soñaba preocupado por la comida para el año siguiente y se levanto para conseguirla.
Buscando comida Don Juan llegó a la fiesta y estando medio dormido lo primero que hizo fue apagar la luz que le molestaba. Luego con sus brazos estirados tanteando todo lo que se le cruzaba en el camino llegó a la mesa y se llevó todas las empanadas. Los invitados asustados se abrazaban en la oscuridad. Don Juan muy tranquilo se fue a su cama.
Doña Flora encendió la luz y vio que faltaba comida. Nadie lo podía explicar. Entonces contrataron a un investigador privado. El excelente profesional preguntando lo importante supo que Don Juan era el único ausente y lo fue a buscar. En su casa Don Juan estaba encantado de recibir un investigador justamente por que necesitaba explicarse que hacían tantas empanadas en su heladera.
Gracias al detective se reconstruyeron los hechos y se descubrió que Don Juan era sonámbulo.

EL GRAN REENCUENTRO
JZ

Un cuidador del zoológico resbaló al pisar la cáscara de una banana y cayó al suelo. Sin que se diera cuenta, la puerta de la jaula quedó abierta y entonces Babú salió corriendo. Tenia que aprovechar la oportunidad para escapar del zoológico pero solo Pulguita lo siguió inmediatamente porque el resto de los monos no sabían si querían vivir esa aventura. Mientras el viejo cuidador se recuperaba, uno a uno los monos fueron detrás de Babú porque era el jefe y tenían que seguirlo hasta el camión.
El dueño del zoo estaba enojadísimo con el cuidador por haber dejado escapar a los monos y lo echó. El viejo cuidador estaba triste porque él quería mucho a los monos y nunca los había descuidado. Cuando se fue, se llevó un montón de cosas de los monos: juguetes, mantas y algunas bananas. Mientras viajaba hacia su casa por la ruta, se le ocurrió ir al bosque a buscar a los monos.
Cuando detuvo el camión, los monos estaban caminando por la ruta en busca de algún humano que los llevara al zoológico. Ahí fue cuando vieron el camión detenido y se subieron. Escondidos en la parte de atrás opinaron cómo tendrían que hacer para convencer al conductor de que los llevara al zoo. Mientras hablaban de eso, una persona abrió la lona del camión. Los monos se quedaron sin aire del miedo pero recuperaron uno a uno la respiración al reconocer al viejo cuidador. Él también estaba feliz. Enseguida les dio a los monos todos sus objetos queridos y un cariñoso abrazo. Todos se rieron y regresaron al zoo.
Al verlos llegar, el dueño se puso muy contento y le devolvió el trabajo al cuidador.

(PRODUCCIONES DE ALUMNOS DE 3° GRADO PUBLICADAS EN LA ANTOLOGÍA LITERARIA DEL COLEGIO LOS ROBLES 2007)

LECTURAS PARA ALUMNOS DE 4° GRADO

POESÍA EN RON DE BUSCANDO EL AMOR
NAL

Corazones confundidos
a esta historia la llamaron.
Comenzó cuando Guli
y Carmela desde su provincia volaron.

Cuando llegaron a Ezeiza,
sus valijas buscaron.
Tenían lunares pintados
y pronto las encontraron.

Cuando al hotel llegaron
en sus valijas hallaron
cada uno lo del otro,
y esto los volvió locos.

Buscaron y buscaron,
pero su valija no encontraron.
Por la ventana se miraron
y sin saberlo conversaron.

En medio de la noche
un ratón hizo su aparición.
Guli y Carmela no pudieron atraparlo
porque el roedor se refugió.

Para sacar al ratón,
habían abierto las valijas.
Al verse con tacones y sopapas,
descubrieron la confusión de sus valijas.

AL RESCATE DE LAS VARITAS MÁGICAS
MB

Había un mago llamado Tratún que era muy bueno y sus amigos siempre confiaban en él. Tratún nunca hacía maldades, siempre hacía el bien .Todos los días llevaba su varita mágica en la caja mágica que guardaba en su bolsillo.

Un día tuvo un problema: la varita mágica que le había regalado un mago amigo, comenzó a funcionar mal. Él pedía: pedía que apareciera un soldado y aparecía un sol y un dado, pedía un conejo y aparecía un colegio. Cansado de estas confusiones, rompió la varita y se fue a dormir.

A la mañana siguiente, cuando se despertó, se encontró en un lugar lleno de varitas mágicas, y con un señor llamado Juclá. Era un reparador de varitas, las arreglaba y luego las guardaba hasta que alguien la reclamaba.

Ese día cuando Tratún llegó en busca de una varita, Juclá ya la había probado y todo funcionaba bien.

Entonces salió de su casa rodeada de árboles para probarla en el bosque. Empezó pidiendo una moto y aparecieron las ruedas.

Mmm…- dijo- Esto no funciona. Ahora pediré un gran plato de comida.

¡Pim, pam, pum! Y de pronto, apareció la hermosa Blancanieves que viendo la desesperación del mago salió de su cuento con una bandeja vacía.

Al ver que nada funcionaba, pidió un juguete y apareció un boomerang perseguidor de varitas mágicas. Tratún, con una habilidad que él no creía tener, tiró el boomerang y de pronto se encontró con una pila alta como un castillo de varitas mágicas. Las miró. No sabía qué hacía ese boomerang, pero finalmente llegó a sus manos nuevamente. Otra vez dudó. No sabía si probar una por una o dedicarse a ese boomerang que mágicamente había llegado a sus manos.

Sintió que el boomerang era suyo. Miró con tristeza y melancolía la montaña de varitas y partió pensando que se dedicaría a esa nueva habilidad que desconocía. A partir de ese momento, se ocuparía de amaestrar el boomerang para rescatar todos los elementos mágicos que perdían los demás magos.


LAS NUBES PELEADORAS
JC

Un día, a la hora de la siesta, mientras todos dormían, decidí salir al medio de mi campo y tirarme en el pasto a mirar el cielo. Hacía mucho calor.

De pronto recordé a mis amigos del colegio, los recreos y las clases en el laboratorio, pero la que me vino a la memoria fue la clase del "ciclo del agua" y miré la forma de las nubes. En lugar de eso vi serpientes amigables, tatúes, elefantes, jirafas y monos. Fui descubriendo sus patas, sus ojos, sus movimientos lentos.

Del otro lado se acercaban nubes negras y amenazantes. En ellas descubrí ogros malignos, dragones, centauros, rinocerontes y toros que se acercaban. Los monstruos enojados y furiosos tiraban rayos de fuego.
Los truenos anticipaban la tormenta. El viento soplaba cada vez más fuerte. Sentí un poco de miedo pero noté que mis amigas blancas se iban esfumando como escapando de esos malos que querían conquistar el cielo.

El viento soplaba cada vez más fuerte. Los ogros y monstruos avanzaban cada vez más rápido, gruñían ferozmente.

Yo me sentía muy lejos pero las quería ayudar. Hacía cada vez más frío y el viento ya no se toleraba. Las nubes blancas desaparecieron y los malos invadieron el cielo.

Entré en la casa y traté de rescatar en un dibujo cada una de las nubes blancas que había visto.

CUATIMALA, EL DUEÑO DEL MAR
JIC

Dicen los tehuelches que hace millones de años en el océano Atlántico ocurrían muchas aventuras. En el mar habían peces payasos, peces globo, peces martillos, cangrejos, tiburones y peces espada. En el fondo del mar había montañas sumergidas donde crecían algas y vivían los peces. No solo en las montañas crecían algas sino que también en el piso del mar y en las cavernas.

Un día Cuatimala, un pez espada que vivía en una caverna, se adueñó del sonido del mar y dijo que era suyo.

Un pez cacique contrario escuchó sus palabras y le declaró la guerra. Era sabido que iban a morir muchos peces de los dos ejércitos e iba a suceder una masacre. El ejército contrario traía muchos animales del mar que podían devorarse a los peces muy fácilmente.

La batalla comenzó y Cuatimala al ver que eran muchos los adversarios, le pidió a otras tribus amigas de la región que los ayudaran. Llegaron miles de peces espada que lucharon junto a la tribu del valiente Cuatimala. Los malvados, al ver que estaban perdiendo, se alejaron del campo de batalla.

Cuatimala y su pueblo ganaron y se quedaron con el sonido del mar. A partir de ese momento, lo guardaron dentro de los caparazones de los caracoles para que ningún pez lo pudiera robar.

Desde ese momento cada vez que alguien pone un caparazón en su oreja, puede escuchar ese sonido.

PABLO, LA SIRENA Y UN MONTÓN DE PROBLEMAS
MFB

Un día muy soleado, un hombre llamado Pablo, que era un gran pescador, pescaba en su canoa. El agua parecía muy tranquila y el sol brillaba mucho. Algo muy fuerte tiró de la línea pero Pablo sostuvo más fuerte su caña y lo pudo sacar.
El pescador no podía creer lo que había ensartado en el anzuelo: era una sirena muy linda, con brillos en su cola y el cabello muy largo. Su voz era encantadora.
Los dos se miraron cara a cara. A Pablo le gustó la sirena y la sirena gustó del pescador. Éste le preguntó si iría a su casa y ella le dijo que sí, pero había un problema: la sirena vivía en el agua y no podía estar fuera de ella más que unos minutos. No querían despedirse, entonces pensaron un plan: que Pablo comprase una pileta grande donde la sirena pudiera estar, y así se podrían verse continuamente.

Al principio se sintieron felices, Pablo entraba a la pileta casi todo el día y disfrutaban de las tardes de sol y calor. Pero llegó el invierno y Pablo sentía mucho frío de meterse en el agua, entonces la miraba y charlaba desde afuera. Ella se sentía cada vez más sola, presa entre las cuatro paredes de la pileta, sin amigos, sin nadie con quién compartir los momentos del día.

Empezó a extrañar a sus amigos del mar, empezó a sentirse triste y a llorar sin consuelo porque también amaba a Pablo pero se daba cuenta de que era imposible seguir así.

Pablo comprendió que ella estaba cada día más triste y decidió hablarle. La sirena le confesó que extrañaba cada rincón del mar, el sonido de las olas, su cama de corales…él la escuchó atentamente mirando sus grandes ojos azules y con lágrimas en los ojos la llevó a las profundidades del mar y la dejó partir.

CONFUSIÓN ENTRE VALIJAS
MGC

Corazones confundidos
a esta historia llamaron.
Cuando Guli y Carmela
de su provincia volaron.

Guli era plomero
limpia todo el día,
era un joven más que bueno
y siempre estaba con pilas.

Carmela también era joven,
bella y además limpita.
Bailaba todo el tiempo
y le encantaba el flamenco.

Llegaron al hotel,
cada uno por su lado,
abrieron las valijas
pero sus cosas no encontraron.

Carmela vio materiales
que eran de plomería,
y al no encontrar sus cosas
se puso súper nerviosa.

Cuando Guli abrió la valija
encontró un trajecito rosa.
Era de una bailarina y dijo:
¡Hoy no es mi día!

Carmela lo vio con tacos,
y Guli la vio con sopapa.
Se mostraron las valijas
y se murieron de risa.

Entre risa y risa,
muy pronto se enamoraron
y entre sopapas y zapatos,
esta historia culminaron.


LOS CARACOLES EN GUERRA
SJ

Hace muchísimos siglos, los pampas contaron que los tiburones enfurecieron con el ruido del mar, a diferencia de los caracoles, a quienes ese sonido les encantaba porque los ponía de buen humor.

Un día los tiburones se pelearon con los caracoles y discutieron largamente para decidir si el ruido se quedaría o se iría. Luego de varias horas, los tiburones los intimaron: "Bueno, el ruido se va!, o se lo quedan ustedes en sus caparazones para siempre. De no ser así, los comeremos hasta que se extingan!".
Los caracoles prometieron guardar el sonido pero tiempo después, un caracol murió y el sonido regresó al mar. Cuando los tiburones lo oyeron, enfurecieron y empezaron a comerse a los caracoles. Entonces éstos decidieron luchar contra ellos y les mandaron una carta que decía dónde encontrarse. Ésta decía lo siguiente:

Sres. tiburones: Los retamos a una guerra, donde nos enfrentaremos será en la costa de la provincia de Chubut. ¡Allí, los venceremos!
Los caracoles

Los tiburones, enojados, comunicaron esta amenaza a todos los de su misma especie. Todos los tiburones del mundo fueron a Chubut. Comenzó la guerra y los Pampas estuvieron del lado de los caracoles. Empezaron a matar a los tiburones asesinos. Así, los caracoles ganaron con la ayuda de los humanos. Ellos les debían algo por su ayuda.

Finalmente los caracoles pensaron que para no molestar a los tiburones y agradecerles a los humanos, les darían un hermoso regalo. Por eso, cada vez que muere un caracol, los demás lo empujan a la orilla y si lo colocamos en el oído se podemos disfrutar del bello sonido del mar.



UN AMOR ENTRE VALIJAS
ML

Corazones confundidos
a esta historia la llamaron
cuando Guli y Carmela
desde su provincia volaron.

Carmela y Guli viajaron
hasta que a Buenos Aires llegaron.
Y aunque con tiempo embarcaron,
ellos se desencontraron.

Las valijas eran tan iguales
que Carmela le pintó lunares.
Descubrió la suya rápidamente
¡Qué suerte que tuvo esa idea brillante!

Entonces la valija abrió
y cuando la vio, se desmayó.
¿Lo que allí descubrió?
¡Cosas de plomero son!

Guli también tuvo la genial idea
de pintar lunares en su maleta.
Y cuando la abrió,
él también casi se infartó.

Esta historia se acabó
cuando cada uno su valija recuperó.
Y entre valijas a lunares,
una historia de amor comenzó.

CASI UN NIÑO COMO YO
FL

Un día cuando volvía del colegio encontré en la puerta de mi casa una caja. Estaba tan sorprendido que la abrí inmediatamente. ¡No lo podía creer! En ella había un chico igual a mí.

¿Será un clon mío?-me pregunté. Sin dudarlo decidí llamarlo Felipe, igual que yo. Lo saqué de la caja y traté de despertarlo. Cuando él abrió los ojos, me miró asustado. Los dos dijimos a la vez: - ¡Que susto que me pegaste!

Yo le dije: - Mi nombre es Felipe y vos sos un clon mío.

Mientras caminábamos rumbo a mi casa, se me ocurrió una idea brillante que me podría ser muy útil. Pensé: si él hace mi vida, yo voy a poder ser libre y hacer lo que quiera. Entonces le dije que él iba a ocupar mi lugar y le expliqué minuciosamente cómo tenía que actuar. Desde ese momento mi plan se puso en marcha.

Cuando llegamos a mi casa, me escondí y él empezó a actuar como yo. Como todos los días, mi mamá dijo:

- ¡Hace la tarea!

Él fue muy obediente y la hizo toda. Mis papás estaban muy orgullosos y por eso decidieron comprarme una bicicleta para que pudiera ir y volver de la escuela. Todo marchaba sobre ruedas, yo estaba divirtiéndome muchísimo. Iba a lugares muy divertidos: al Parque de la Costa, a la pileta, a andar en rollers, y a jugar al fútbol.

Pero un día me di cuenta de que el clon se había vuelto malo. Les pegaba a mis compañeros, no obedecía, no hacía las tareas…en fin…no era lo que yo había pensado. Era malo. Entonces decidí ponerlo nuevamente en su caja, empaquetarlo y mandarlo en un barco a una isla que ni yo conocía.

Desde entonces, todo el mundo volvió a reconocer al verdadero Felipe.

NOVEDADES PARA APRENDER
JCL

Una poesía voy a escribir
para poder compartir.
En La Nación y el Clarín
muchas noticias descubrí.

En Estados Unidos un puente cayó
y muchas críticas ese lío desató.
La gente que hoy siente mucha tristeza
se divertirá mañana con juegos de mesa.

Nalbandian eliminado ya fue
derrotado por Noyá.
Felices están los españoles
festejando con frijoles.

En el Ártico hay ricos yacimientos de gas
y además lo visitan más de 150.000 turistas.
En el medio del mar los pingüinos
manchados de petróleo están.

En Bariloche suspendieron las clases,
después de soportar muchos meses de frío.
Los chicos lo festejaron,
y armaron juguetes de nieve.

En Malvinas no podrán pescar
y la seguridad muchas multas pondrá.
Mientras tanto en el Ártico hay
muchas riquezas de gas.

Gracias por leer estas noticias
que en versos yo escribí.
Cuántos cosas nuevas aprendí
que las quisiera compartir.

LA EXTRAÑA NUBE DE 1810
MM

La ciudad de Buenos Aires era muy distinta en 1810. No existían los edificios altos, las casas antiguas eran bajas y todas tenían aljibe. Las calles tenían adoquines y por ahí andaban las carretas tiradas por caballos. Allí también estaban los vendedores ambulantes que vendían muchas cosas como agua, comida, velas y abanicos. A la noche se encendían los faroles porque no había electricidad.

Ricardo era un señor que conocía a cada uno de los habitantes de cada callejón de la ciudad. Era un vendedor ambulante de esos que venden un poco de todo: sombrillas, velas y mazamorra. Era un gran vendedor porque tenía ideas ingeniosas.

Una oscura noche que parecía como todas las demás, algo inesperado ocurrió. Cuando los serenos comenzaron a encender los faroles… una oscura nubecita rodeaba al farol y las gotas apagaban la vela.

Tampoco los habitantes aparecían en ninguna parte. Increíblemente se habían contagiado de una fiebre.

Solo Ricardo se animó a salir en esa noche tan oscura. Luego de un rato de caminar a ciegas, se le ocurrió una idea ingeniosa: poner una sombrilla (de las que vendía) en cada farol para burlar a la extraña nube. Esta desapareció porque no pudo continuar con su trabajo ya que las sombrillas no le dejaban apagar las velas.

Al mismo tiempo, los habitantes comenzaron a sentirse mejor ya que la fiebre había sido causada por la oscuridad de la ciudad. A partir de ese día Don Ricardo fue nombrado “protector de las luces”.

AMOR PELUDO
JMO

En un bosque encantado había un circo mágico en una enorme carpa. Entre las grandes estrellas estaban el payaso Ramón que hacía malabares y divertía a los chicos con su enorme nariz musical, la domadora de leones y los acróbatas mágicos que saltaban por el aire y volaban con sus capas. El circo era divertido, viajaba por todo el mundo y el director era viejito pero siempre estaba de buen humor.

Una vez entró una mujer barbuda. Era tan fea que todos los integrantes del circo se escondieron al verla, menos el payaso. Él fue a hablarle y descubrió que era muy graciosa. Así fue como el payaso se enamoró de la mujer barbuda.

Ya no sabía qué hacer para estar con ella porque no le prestaba atención. La idea era pedirle al mago que le hiciera crecer la barba porque era lampiño.

Antes de hacer el hechizo, le preguntó para qué era. Ramón le contó que quería a la mujer barbuda porque siempre estaba de buen humor. El mago hizo un hechizo con las siguientes palabras mágicas: "Converties barbus".

Ramón sintió que le crecía una barba grande y larga. El payaso, contento, fue a buscar a su amada. Cuando la mujer barbuda iba a hacer su función, apareció el payaso con su nueva barba y ella feliz de verlo se enamoró y contenta hizo su actuación. Pero enseguida se deshizo del hechizo y la barba empezó a caer.

Entonces ella se dio cuenta de que la barba era de mentira y el payaso humillado y arrepentido por haberle mentido, se escondió. Ella se puso contenta por lo que había hecho Ramón y lo fue a buscar para darle las gracias. Luego, el dueño del circo los casó y nunca se separaron. Tuvieron hijos payasos y barbudos que trabajaron en el circo.

EL MAGO Y EL TESORO
TR

Un mago llamado Estebanquito se enteró de que había un tesoro escondido en una aldea ubicada en un monte. Cuando llegó ahí, hipnotizó a todos los habitantes para que entre sueños le dijeran dónde estaba enterrado el tesoro.

Los aldeanos fueron hablando y respondiendo cada una de las preguntas que les hacía el brujo. Una vez encontrado el lugar, los mismos aldeanos lo ayudaron a cavar el pozo.

El señor que cuidaba el tesoro no había sido alcanzado por el hechizo y al ver que el mago llevaba a todos los aldeanos hipnotizados, activó las trampas para que los que se acercaran al tesoro cayeran en ellas. Entonces el mago decidió mandar a un solo aldeano a sortear las tres pruebas. La primera era enfrentar a un gigantesco perro rabioso. Estenbanquito hipnotizó al perro y el aldeano pudo pasar rápidamente. La segunda era pasar por un pozo que se abría y ahorcaba al que pasaba. El aldeano trató de saltarlo y lo logró. La tercera era pasar por una pared con pinches muy filosos y escalarla. Cuando lo estaba haciendo, el aldeano se pinchó un ojo y cayó muerto.

Estebanquito se quedó tan impresionado de no poder salvar al aldeano que decidió retirar el hechizo de la aldea, despertar a la gente y entre todos buscar el tesoro para que con las riquezas pudieran mejorar la aldea y ayudar a la familia del hombre que había muerto.

CORAZONES CONFUNDIDOS
CR

Carmela la bailarina
y Guli el plomero
viajaron en avión,
con un montón de sueños.

Sus valijas con lunares
se mezclaron en el aeropuerto.
A pesar de ser diferentes
las confundieron como toda la gente.

De desilusión casi se mueren
al descubrir la mezcolanza,
recorrieron la ciudad
sin suerte para encontrarlas.

Por casualidad fueron al mismo hotel
y tomaron habitaciones vecinas.
Desde las ventanas se hablaban y miraban
sin darse cuenta que el uno del otro la valija tenía.

Finalmente al perseguir a un ratón
que en un caño se escondió,
ella con una sopapa salió y él con un tacón.
Al verse, aclararon esta simpática confusión.

UN AMIGO ESPECIAL
LRG

Estaba en la casa de campo y como todas las mañanas salí a andar a caballo. Abrí la puerta y… ¡oh sorpresa! ¡Me encontré con un tigre!

Salí corriendo rápidamente en busca de protección porque su aspecto era terrorífico. Siguió corriéndome, me sentí cansado y me escondí entre los árboles.

De pronto, en el silencio del campo, escuché una voz muy gruesa que decía:

-¿Dónde se metió este chico?

Entonces salí pensando que era un peón amigo de mi papá.

Fue ahí que el tigre me enfrentó. Era muy grande y me mostró sus filosos dientes pero en lugar de lanzarse sobre mí como yo esperaba, escuché nuevamente esa voz gruesa. Esta vez dijo:

- Tranquilo… ¡Quiero ser tu amigo!

Me sorprendí tanto cuando empezó a hablar que me quedé petrificado pero después me divirtió la idea de llevarlo a mi casa. Entré a mi habitación, le abrí la ventana y comenzamos a hablar. Nos hicimos muy amigos y jugábamos siempre juntos, ayudaba a los peones a llevar las ovejas y conducía los caballos a sus establos. Me sentí feliz porque tenía un verdadero amigo y nunca más me sentí solo. Decidí presentárselo a toda mi familia porque no era peligroso… ¿Saben? También era vegetariano.

EL OTRO YO
MAR

Hace unos días me desperté a las siete de la mañana, tomé el desayuno, me bañé y vestí. Ya estaba listo para ir al colegio cuando abrí la puerta y casi me desmayo ¡No podía ser! En la calle estaba esperándome mi clon. Era igualito a mí.
Lo último que recuerdo, fue a mis papás despertándome. Me dijeron que había caído al piso. Pero a los pocos segundos, mi mamá al ver a mi otro yo, también se desmayó y luego la siguió mi papá.

Con curiosidad y un poco de miedo, me acerqué a este extraño ser y le pregunté por qué era igual a mí y qué hacía cerca de mi casa.

Cuando le pregunté a qué colegio iba, para mi asombro, mencionó el mío. Yo no entendía nada ¿Cómo era que nunca lo había visto?

Al entrar al colegio, todos los chicos nos miraban sorprendidos, la maestra y el director enmudecieron al vernos.

De repente se me ocurrió una idea genial: los días de colegio, él me podría reemplazar. Mi otro yo, divertido, aceptó.

A la mañana siguiente, se levantó de la cama, tomó el desayuno, se bañó y vistió ¡Ya estaba listo para ocupar mi lugar! Cuando entró al colegio, los chicos recordando el episodio del día anterior, comenzaron a burlarse y preguntarle dónde estaba su clon. En la clase, le tiraban pelotas de papel, en el recreo lo molestaban y no lo dejaban jugar a nada.

Mientras mis compañeros lo molestaban, mi clon, comenzó a actuar de manera extraña. La maestra le preguntó qué le pasaba y él le contestó de mala manera. En el comedor tomó la comida y la arrojó a sus compañeros. Lo pusieron en penitencia, pero no la cumplió y el director al ver esto, lo sancionó.

Al regresar a casa me comentó lo sucedido. Yo estaba furioso, no podía creer lo que estaba escuchando. Estaba tan enojado que no le dirigí la palabra en lo que quedaba del día. ¡Nunca más intercambiaríamos lugares!

A la mañana siguiente, cuando me levanté para tomar el desayuno, vi que mi clon ya no estaba. Empecé a buscarlo por toda la casa, incluso en el sótano, pero no estaba por ningún lado.

Me dio pena saber que ya no lo iba a ver, casi me había encariñado…


AMOR DE PIEDRA
TYC

Una vez, en la ciudad de Buenos Aires, un cuidador de la Plaza central, muy educado, humilde y trabajador, realizaba su trabajo de barrer el parque como todas las mañanas.

La plaza tenía una hermosa laguna cristalina, puentes que lo cruzaban, animales sueltos y miles de turistas que caminaban y sacaban fotos. En el medio estaba ella, bella, blanca como la nieve, muy callada y siempre mirando en la misma dirección. Observaba todo lo que ocurría a su alrededor, sin decir palabra.

Bautista le escribía cartas que ella jamás respondía, poesías que nunca la alegraban, recibía flores que nunca se llevaba. Bautista no sabía qué hacer para llegar a ella.

Una mañana como cualquier otra, Bautista barría la plaza, cuando vio llegar un camión del que bajaron cuatro personas que se dirigieron directamente a ella y la cargaron. Ella no dijo palabra. Bautista empezó a llorar. Sintió que su amor se había ido y no sabía hacia dónde.

Siguió al camión que llegó hasta un avión con destino a Tucumán. Bautista logró subir al lado del amor de su vida. En el medio del vuelo, el avión sufrió un desperfecto y chocó.
Afortunadamente no hubo heridos pero ella se partió por la mitad. Bautista de inmediato la llevó a un hospital en donde le aconsejaron que buscara a un restaurador.

Reflexionó y se dio cuenta de que solo era una estatua aunque para él fuera la más bella.

Regresó a su plaza y lo único que hizo Bautista de allí en más fue llevarle flores frescas todas las mañanas.

LAS AVENTURAS DE ORFF
IZ

Orff era un dragón amable,
pero nadie quería hablarle.
De angustia, comía y comía
pues mucha hambre tenía.

Encima el pueblo hacía ruido,
y a Orff le dolía el oído.
Como alivio no encontraba.
Volaba, volaba y volaba.

Amigos no tenía,
pero por fin uno consiguió
A Romualdo conoció,
y su sentimiento creció.

Romualdo era un caballero cobarde
y un plan con Orff planificó.
Lo atacó en una falsa actuación
y así en valiente para todos se transformó.

Actividades para sacar el insomnio
Magdalena Barbieri Pampillo

Una noche en un edificio de departamentos chicos, con paredes finas y viejas, a un loro llamado "Lolo" que era muy charlatán y tenía muchas plumas de colores, le agarró insomnio. ¡No paraba de hablar!

En el departamento de al lado vivía un colectivero muy cansado. Cada mañana tenía que levantarse bien temprano para llevar a los chicos al colegio “Los Robles” y no podía dormirse por el ruido que provocaba el molesto animal.

En ese momento, el colectivero escuchó una vocecita chillona que no paraba de preguntarle el nombre. Ante la insistencia del loro, decidió intentar dormirlo así él podría hacer lo mismo.

Tuvo varias ideas: primero intentó tocarle una melodía tranquila en guitarra pero él mismo tuvo que taparse los oídos por lo mal que sonaba aquel instrumento. Luego intentó cantándole una canción romántica de cuna que tampoco le dio el resultado deseado. Probó también contando ovejas hasta el cien, cuentos y hasta chistes, pero nada sirvió.

Finalmente, a la media noche y luego de tantas actividades, a los dos les ganó el cansancio y quedaron planchados.

AMOR A PRIMERA VISTA
CC

En una hermosa casa de playa vivía un chico llamado Hernán al que le decían Eno. Era alto, flaco y tenía pelo marrón.

En el hospital más cercano llamado Luis Pasteur trabajaba como enfermera una señorita llamada Ema. Ella tenía pelo rubio, piernas seductoras y un bello cuerpo.
Un día, Eno iba caminando por la calle cuando vio a Ema. La enfermera era tan hermosa, que para llamar su atención, se tiró en el suelo buscando que ella se preocupara por él.

Mientras efectuaba su estupendo simulacro en la vereda, vio la brillante y linda ropa que Ema tenía puesta y por el golpe hasta creyó que era un ángel. Ella, preocupada, lo llevó hasta el hospital para ver qué le había pasado.

Cuando llegó, lo internaron en un cuartito. Cada vez que veía que Ema se acercaba, se tiraba al piso y ella venía corriendo a ayudarlo. A veces, él se enfadaba cuando le regalaba chocolates y ella los tiraba.
Como ella creía que Eno estaba muy enfermo, lo mandó a operarse. Él se sentía muy nervioso porque no sabía qué le iba a suceder. Luego de la operación, se enfermó gravemente de verdad. Ema se enteró de la farsa y enojada le dio el alta pero cuando se estaba yendo, el muchacho vomitó. Ella al principio no le creyó pero luego se dio cuenta de que no podía jugar con eso y lo dejó internado dos semanas más.

Finalmente Eno se curó. Durante el tiempo de internación ellos se enamoraron y Eno consiguió trabajo de enfermero en el mismo hospital que Ema. A partir de ese momento ellos fueron los mejores enfermeros de toda la ciudad.

LAS MENTIRAS TIENEN PATAS CORTAS
MAC

Había una vez
un perro fabulador
que siempre mentía
porque le producía alegría.

El gato era su amigo
porque era bueno con él.
Sin embargo era sabido
que el perro era creído.

El perro le mintió al gato
y éste lo descubrió.
El gato se enojó tanto
que de tristeza lloró.


Al descubrir toda la verdad,
el gato le aseguró
que la mentira había roto
la amistad entre los dos.

El perro le pidió perdón
y el gato lloró y lloró.
Se fueron a merendar
llevando facturas de a par.

Por el pacto que acordaron,
ellos dos se amigaron.
Al acabarse la farsa,
eso les daba esperanza.


Pasteles para recordar
MFDOG

Hace tiempo conocí a una repostera llamada María que trabajaba día y noche sin parar. Ella era rubia, de ojos verdes y cocinaba muy, muy bien.

María tenía una vecina llamada Candelaria. Le encantaban los pasteles y estaba por casarse. Aunque era delgada, ella decidió hacer dieta para adelgazar y lucir más hermosa el día de su boda.

María vivía en Capital Federal en un departamento que tenía una enorme cocina y muchas ventanas que daban al cuarto de Cande, donde pasaba todo el día ya que era escritora y allí tenía la computadora donde escribía sus cuentos. El aroma invadía su habitación y Cande se tentaba con su pastelería. Y como María sabía que a su vecina le encantaban las cosas dulces, le mandaba cinco pasteles por día.

Candelaria se había comprado un vestido dos talles más chico porque pensaba que iba a adelgazar. Al darse cuenta de que en vez de adelgazar había engordado, se puso a llorar justo cuando Maria llegó para darle sus tortas como todas las tardes. Al verla tan angustiada le preguntó qué le pasaba y Cande le contó que no le iba a entrar el vestido por todos los pasteles que había comido. María se dio cuenta de que la había perjudicado y para ayudarla se le ocurrió anotarla en un gimnasio.

Finalmente, el día de su boda, Candelaria parecía una modelo y para sorprender a la novia, María le preparó una torta especial de varios pisos solo para ella por todo el esfuerzo que había hecho.

Cuando la novia tiró el ramo, María pudo agarrarlo. El casamiento fue un gran éxito y todos se divirtieron mucho. Y la torta… ¡estuvo deliciosa!

DE ÁRBOL EN ÁRBOL
RDE

Un señor llamado Clemente era vecino de Sergio, un muchacho que tenía un enorme árbol en su jardín. Este se encontraba plantado junto a la cerca que daba a la casa de Clemente y le daba tanta sombra que de la calle no se podía ver su hermosa casa. El árbol la tapaba.
Por otra parte a Sergio ese árbol le encantaba porque su sombra lo refrescaba en los días de mucho calor y era fácil de regar, ya que estaba al lado de una linda fuente.

Pero un día Clemente se hartó de ese árbol. Entonces, se armó de valentía y fue a decirle a Sergio que lo cortara y que lo cambiara por algo mejor. Sergio decidió comprar un sauce llorón pero.... la situación empeoró, porque la entrada de Clemente se convirtió en un río.

Como el árbol no paraba de llorar, decidió cambiarlo por un ombú. Este, aunque no lo crean, fue mucho peor. Sus raíces taparon las cañerías, las rejillas y las entradas y salidas de agua.

Entonces Clemente le prometió a Sergio que le compraría un árbol mejor, si él lo quitaba. El muchacho aceptó y al día siguiente, su vecino apareció con un Bonsai, como lo prometió. Juntos cortaron el ombú.
Clemente estaba feliz porque su jardín ya no tenía ni grandes raíces, ni agua, pero Sergio no estaba muy contento porque nunca más tuvo sombra.


LOS BENEFICIOS DE UN VASO DE LECHE
MFB

Todas las noches un loro llamado Roberto tiene insomnio y no deja dormir a su vecino llamado Martín porque habla mucho. El es colectivero y se tiene que levantar temprano para ir a trabajar porque hace el turno de la madrugada.

El dueño de Roberto, Fernando, lo dejó a Martín a cargo de la mascota para que la cuidara porque se iba de viaje.

Una noche mientras Martín estaba en su casa poniéndose el pijama, escuchó cantar al loro que decía:

- Yo siempre te espío mientras estás dormido.

Martín abrió la ventana y le ordenó que se callara o le tiraría con una sopapa. Martín estaba desesperado por callarlo pero Roberto, que siempre lo espiaba, sabía que no tenía sopapa y no le hizo caso.

Martín llamó a un farmacéutico y le pidió una cura inmediata para el insomnio. El farmacéutico le recomendó un vaso de leche caliente. Martín colgó confundido porque no sabía si le había entendido “algo para el insomnio” o “algo para cortar el té”.

Finalmente sirvió un vaso de leche, lo calentó y se lo llevó al loro que cantaba tan fuerte como si se hubiera tragado una radio. Cinco minutos después, Roberto se durmió.

Lástima que a partir de esa noche, el colectivero tiene que darle la leche caliente todas las noches para poder dormir y no sufrir el insomnio del loro.

Un cuento con shampoo
EI

Esta historia transcurre en Buenos Aires, en realidad en Capital Federal. En el año 2032 empezó a caer shampoo del cielo.

En ese entonces Buenos Aires era una ciudad futurista, muy limpia, el lugar más radiante de América. La moda exótica era colorida, los autos eran naves y en vez de andar por el piso, volaban y no ensuciaban la atmósfera. Los barrenderos limpiaban diez veces al día las calles y hasta existía la comunicación con el paraíso a través de la línea celestial.

Todo era hermoso hasta que un día muy particular, el 29 de febrero, empezó a caer shampoo del cielo. Primero solo hubo que andar con paraguas, pero luego se inundó toda la ciudad. Nadie pudo salir a trabajar durante un mes en el que todos se convirtieron en unos vagos. ¡Era un caos! Los habitantes de la ciudad se resbalaban y ocurrían muchos accidentes a causa del shampoo.
Un día una chica de diez años súper dotada (lo digo en serio), juntó muchas pistas, probó una tras otra hipótesis para averiguar qué causaba la caída del shampoo y cómo arreglarla.

Cuando ya no le quedaba otra opción, preguntó por la línea celestial si los ángeles se estaban bañando. Le respondieron que sí. Ella les pidió que dejaran de hacerlo y aceptaron.

Un mes más tarde no quedaba shampoo en la ciudad. Los ángeles instalaron rejillas y cañerías para poder bañarse y no derramar shampoo.


El Arco Iris
VL

Hace mucho tiempo atrás, en un lugar muy lejano, las mujeres de una tribu pequeña se estaban bañando en un lago. Mientras se refrescaban, una india empezó a patalear y de ese pataleo nació una burbuja.

Todos se sorprendieron por que no era una burbuja cualquiera. Era una burbuja muy colorida, brillante y que no se explotaba aunque.....

La india corrió a avisarles a los hombres, se pusieron delante de la burbuja y la atraparon con una caja y la llevaron a la carpa del cacique para ofrecérsela como regalo.

Pasaron los años y el cacique tuvo un hijo al que llamó Troy Iris. Una tarde quedó solo en la carpa y halló la caja, la abrió y salió la burbuja. Ella voló por entre los árboles y se quedó allí, enganchada en uno de ellos. Troy muy preocupado, tomó una rama para agarrarla, pero la pinchó.

Entonces una luz surgió de allí y de ella salieron cintas coloridas formando un arco. Troy se asustó y corrió a avisarle a la tribu, que al ver la figura que habían formado la llamaron Arco Iris.

AMOR SOBRE RUEDAS
MML

En una mañana de invierno, un policía estaba sentado sobre su moto vigilando que nadie cometiera infracciones. En ese momento vio pasar una camioneta muy rápido y decidió perseguirla para enseñarle las reglas de conducir.

El policía iba soplando el silbato. La persona que conducía iba con los vidrios subidos y la música a todo volumen, entonces no lo escuchaba. El policía estaba colorado de rabia y soplaba sin parar.

Avanzó hasta alcanzar el vehículo y al hacerlo, golpeó la ventanilla del conductor. La camioneta frenó. Cuando la persona bajó el vidrio, el policía descubrió que era una bella mujer rubia y de ojos celestes. Él se enamoró de inmediato pero como había cometido una infracción debía llevarla a la comisaría donde le explicó qué era lo que no debía hacer porque podría ocasionar un accidente y le retiró el registro hasta evaluar si podía o no seguir manejando. Como no lo logró, no lo recibió de vuelta.

Al día siguiente, debió volver a tomar el curso con el policía. A ella le gustaba su paciencia y su forma de tratarla. Nuevamente reprobó, pero esta vez lo hizo para estar más tiempo con él.

Años más tarde, se casaron, tuvieron seis hijos y hasta el día de hoy, maneja el policía.

El gran rescate
VMM

Una abeja muy trabajadora
a orillas de un lago
casi se ahoga.

Al ver el problema
una paloma mensajera
fue a salvarla, con mucha cautela.

Un zorro hambriento
vio a la paloma como alimento
pero no a la abeja y a su aguijón experto.

La abeja en agradecimiento
al ver a la paloma en aprietos
sin perder un segundo
clavó el aguijón al zorro peludo.

La paloma muy agradecida
le preguntó si quería ser su amiga.
La abeja aceptó contenta
esa excelente propuesta.

En esta historia hay una gran verdad:
haz bien a los demás
y nunca lo lamentarás.

La ciudad del shampoo
IM

Cañelou era considerada la ciudad más sucia del mundo porque en el subte había un montón de papeles, los edificios estaban negros por la mugre, el humo de los autos contaminaba las calles, el río estaba repleto de botellas y las cañerías se tapaban por la mugre que había.

Un día, algo mágico e increíble ocurrió... ¡empezó a caer shampoo del cielo!

La gente salía a la calle con paraguas para que no le picaran los ojos ya que el shampoo les caía en la cara. Tenían miedo.

Luego de tres días. la ciudad brillaba como el sol, el subte estaba reluciente, los edificios tenían colores brillantes y el río estaba transparente y con buen aroma. Pero los peatones se caían y se resbalaban porque el piso estaba mojado a causa del shampoo. La gente ya no se bañaba en sus casas, todos iban en autos espléndidos pero tanta espuma estaba convirtiendo todo en un desastre.

Al cuarto día la gente se empezó a quejar. ¡Era un caos la ciudad!

Una chica llamada Cecilia sabía por qué había comenzado a caer shampoo. Su padre Carlos, el científico más importante del país, había inventado una máquina para fabricarlo pero se había roto y por eso todo el contenido había salido disparando al cielo.
Ceci y Carlos intentaron arreglarlo y no lo lograron. Luego de pensar, se les ocurrió cambiar la fórmula. Hicieron el intento y funcionó: inyectaron el cielo con crema de enjuague.

El shampoo desapareció y Cañelou fue la ciudad más limpia del mundo.


El deseo de los siete amigos
SP

Hace mucho, mucho tiempo, en un bosque grande y colorido, vivían siete amigos: un girasol amarillo, una naranja anaranjada, una vaquita de San Antonio roja, un racimo de violetas, una sirena azul, un helecho verde y unas moras moradas.

Se reunían todos los días en una cueva gigante que habían decorado con hojas, una caja de tierra para flores y una fuente con agua. Ese lugar era como un hogar para los amigos inseparables y por eso querían vivir juntos allí para siempre.

Un día, ellos fueron al castillo de los deseos a ver al dios Mapi Pecú y le contaron lo que deseaban. Mapi Pecú los abrazó fuertísimo y sintieron un calor cariñoso. Al sentir ese abrazo pensaron que nada ocurría y se sintieron engañados cuando el dios las lanzó al cielo. Pero desde ese momento los siete amigos se transformaron en siete cintas de colores: amarillo, naranja, rojo, violeta, azul, verde y morado. Siete cintas unidas e inseparables. El deseo de estos siete amigos fue el origen del arco iris.

UN CASAMIENTO GOLOSO
JPP

Un día de verano Flor y Martín compraron un departamento al lado de una señora que era repostera. El futuro hogar era pequeño porque solo vivirían ellos. Tenía muchas ventanas y un balcón por donde entraba la luz.

Flor estaba nerviosa porque se iba a casar en un mes. Ella se había comprado un vestido dos talles más chicos porque creía que adelgazaría.

La repostera, al enterarse del acontecimiento, les mandaba tortas para que las probaran y así la contratarían para que hiciera los dulces para la fiesta.
Flor se tentaba y se las comía mientras Martín le decía que así nunca iba a adelgazar. Ella se dio cuenta de que Martín no iba a poder alzarla al salir de la Iglesia y se preocupó porque ese había sido su sueño desde pequeña. A causa de esto, decidió cambiar su alimentación.

Lo primero que hizo fue pedirle a la repostera que las porciones fueran más pequeñas y light. Ella le hizo caso a Flor e hizo todo lo que le pidió.

El día del casamiento Flor estaba feliz porque había adelgazado y a todos los invitados les encantaron las tortas light y especialmente a las amigas de Flor que estaban haciendo dieta al igual que ella.

Como había soñado desde chica, Martín la pudo alzar a la salida de la Iglesia al terminar el casamiento.

La gran batalla
MMP

Orff el gran dragón y Galluno, el viejo mago, fueron a un festival de dragones y sin pago. Encontraron a unos humanos que se metieron de colados en la "guerra" que armaron las dos especies se enfrentaron.

Al búho de galluno se le ocurrió una idea que impresionó a los dragones y mareó a todos los hombres.
En sus oídos graznó diciendo lo que pensaba, muy callados lo escucharon y su idea muy bien aceptaron. Orff y el mago viejito montaron un teatrito para mostrar al montón las aventuras del gran dragón. Nadie se lastimó durante la representación. Por su bella canción el dragón una medalla recibió.

EL ROMANCE DEL HOTEL
SRM

En un lujoso hotel ubicado en la ciudad de Iguazú, un pueblo pequeño y lleno de turistas, trabajaba una ascensorista llamada Cecilia. Era pecosa, graciosa, coqueta y flaca.

Ella se había enamorado de Marcos, el limpiador de vidrios. Él era lindo, alto, valiente y fuerte, pero tenía un gran problema, era claustrofóbico.

Se conocieron cuando Ceci se quedó encerrada en el ascensor, entre dos pisos. Marcos se encontraba dentro del hotel porque estaba yendo a buscar sus materiales para comenzar su tarea cuando la escuchó gritar y decidió ayudarla, pero dudó al pensar que él también se podía quedar encerrado. Al escucharla por segunda vez, no tuvo dudas y con fuerza logró abrir la puerta, pero al entrar, ésta se cerró y no pudo salir.

Aprovechando la ocasión, Cecilia decidió enamorarlo. Cuando vio que su cara empalidecía y que empezaba a transpirar, se dio cuenta de que Marcos se asfixiaba y lo intentó calmar abriendo la rejilla del ascensor. Él se tranquilizó y le agradeció a Ceci por lo que había hecho.

Luego de tres horas de charla, el ascensor se empezó a mover hasta el quinto piso y finalmente lograron salir.
Una semana después, Cecilia, comenzó a regalarle cosas, pero él la evitaba, porque recordaba el episodio y sentía que se asfixiaba nuevamente.

En el hotel, se veían. Cuando el ascensor paraba en el mismo piso que Marcos limpiaba, ella suspiraba de amor, pero ese amor no era correspondido.

Luego de varios meses Cecilia se cansó de intentar conquistarlo y se enamoró del botón del hotel, llamado Rodrigo. Él no le tiene miedo a los ascensores.

El amor trae consecuencias
MS

En una pequeña plaza de Recoleta estaba Martín, un alegre amante de las plantas y flores. Él era buen mozo y muy educado. La plaza estaba cubierta de colores y entre ellos, la blancura de Catalina, la estatua viviente, se destacaba. Ella siempre posaba como una hermosa ninfa del mar.

A Martín le gustaba Catalina por su belleza y su bondad. Ella también se enamoró de él por lo bueno que era con la gente. Ellos se conocían por Pepe, el dueño de la plaza que además era el papá de Catalina.
Una noche de luna llena, Martín puso una moneda en la galera de Cata donde se colocaba el dinero para que la estatua comenzara a moverse. Martín juntó coraje y le declaró todo su amor.

Pepe los oyó y se puso tan celoso que sin dudarlo, decidió separarlos. Al otro día Pepe se llevó a Cata a Madrid. ¡Pobre de ellos que no se verían más!

Al saber que Cata se había ido, Martín estuvo una semana deprimido. Renunció a su empleo. Cada vez que veía una estatua viviente se ponía a pensar en su amada. Él se sentía muy mal, ya no le importaban más las plantas ni las plazas. Hasta que finalmente decidió viajar a Madrid para ver a su amada. Durante el viaje, se puso a pensar cómo haría para encontrarla y llegó a la conclusión de que ella podría estar en la fuente de las Cibeles porque posaba como una ninfa.

Al llegar, comenzó a buscarla y la descubrió donde pensaba que estaría. Sus miradas se encontraron. Cata emocionada al verlo, dejó caer lágrimas de alegría por sus mejillas, despintando el maquillaje. Martín, al ver a su amada sin pintura, descubrió que todavía era más linda de lo que imaginaba. Corrió a abrazarla y a besarla apasionadamente.

Martín y Catalina se quedaron viviendo en Madrid. Él trabaja como el cuidador de su amada y ella sigue asombrando a las personas con sus suaves movimientos.


LA PELEA ENTRE VECINOS
JMU

En un barrio de casas bajas y jardines grandes de Buenos Aires vivían dos vecinos llamados Marcos y Felipe. Ellos han vivido en ese lugar desde hace mucho tiempo y ya habían tenido conflictos algunas veces por ruidos molestos o por sacar la basura a destiempo. Pero esta vez el problema era mayor. El viejo roble de Marcos había tapado las cañerías de Felipe con sus largas raíces.

Cada vez que Felipe abría la canilla, salía tierra y cuando abría la ducha para bañarse, salían raíces. Estaba sucio, enojado y malhumorado y por esta razón decidió cortar el árbol porque sabía que Marcos no estaría dispuesto a talarlo.

Una tarde que su vecino fue al supermercado, aprovechó y lo cortó. Al regresar y descubrir lo sucedido, Marcos decidió vengarse y esperó las vacaciones de Felipe para llevar a cabo su plan.

Durante su ausencia, entró a la casa de Felipe, rompió el piso del living, hizo un hueco y plantó un arbusto con espinas. Cada día fue a regarlo y lo cuidó hasta que por fin creció.

Un mes más tarde, Felipe regresó de sus vacaciones. En la esquina de su casa se encontró con su novia Inés. Ella lo vio sucio. Al entrar al hogar notó que estaba llena de tierra y para colmo vio el arbusto. Enseguida lo dejó por desprolijo. Felipe se puso a llorar. Sus lágrimas saladas cayeron sobre el tronco y mágicamente el arbusto comenzó a dar rosas. Inés lo vio llorar, sintió lástima y se enterneció al ver las flores.

En ese momento entró Marcos con una regadera en su mano y se sorprendió doblemente al ver a Felipe en su casa junto a un rosal en lugar de un arbusto con espinas. Los tres comprendieron que el amor con el que Felipe quería a su novia lo había hecho florecer.
Felipe le ayudo a Marcos por lo que terminó siendo un regalo y ellos empezaron a llevarse mejor hasta convertirse en muy buenos amigos.

(PRODUCCIONES DE ALUMNOS DE 4° GRADO PUBLICADAS EN LA ANTOLOGÍA LITERARIA DEL COLEGIO LOS ROBLES 2007)
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